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La ansiedad aparece cuando sientes que no tienes suficientes recursos para afrontar determinadas circunstancias de la vida. Le suele acompañar un sentimiento de angustia, de pérdida del dominio de uno mismo o de hundimiento en la miseria que se cuelan sigilosamente en tu cuerpo y mente.

Cualquiera en algún momento de su vida siente ansiedad, en mayor o menor intensidad, dependiendo del suceso que la provoca. Es muy común la ansiedad por rendimiento en una oposición, por una entrevista de trabajo o ante un examen o prueba importante. Pero lo cierto es que, mucha gente acostumbra a decir que tiene ansiedad en su día a día sin que haya una razón de peso aparente.

La ansiedad no siempre es perjudicial, a veces, cierto grado puede ayudarte a lograr tus propósitos y hay momentos en los que estar ansioso forma parte de la vida misma. Pero cuando la ansiedad no es un estado transitorio, experimentas crisis de angustia o simplemente no te deja avanzar en tu vida, es entonces cuando hay que prestarle la atención que se merece y pedir ayuda a un profesional en la materia.

Pero quizás pensarás, ¿por qué se respira tanta ansiedad en el ambiente? Yo soy de las que opino que la sociedad actual impone una forma de vida totalmente anti-natural. Las exigencias sociales y las presiones auto-impuestas van en aumento y son una de las causas de su crecimiento. Sin darte cuenta cumples a diario con distintos roles y obligaciones sociales que aceptas sin más por evitar entrar en conflicto con el orden establecido.

¿A qué me refiero con exigencias sociales? A tener un trabajo en el que seas súper eficiente y te sientas autorrealizado; a ser una emprendedora con un proyecto exitoso; a ser un soltero adonis con muchos amigos. A que si tienes pareja tienes que casarte, tener hijos y envejecer juntos; si eres madre o padre tienes que saber educar a tus hijos y sentir un amor incondicional por toda la familia. Con tus amigos tienes que cumplir con todos los compromisos sociales y tu tiempo libre tienes que aprovecharlo al máximo con mil y una actividades, celebraciones o viajes de ensueño porque si no resulta que estás desperdiciando tu vida.