Cómo dar la espalda al perfeccionismo

22 junio
Sigue el camino medio y serás feliz

El perfeccionismo ha sido una cualidad considerada por muchos como una virtud, sobretodo en el ámbito laboral, en el que ser perfeccionista es un rasgo de personalidad de los más requeridos. Personalmente opino que este comportamiento puede llegar a ser fuente de una gran insatisfacción en tu vida, por lo que si eres capaz de detectarlo no dudes en darle la espalda.

Te voy a explicar cómo puedes detectar patrones de personas perfeccionistas. Para empezar, La Real Academia Española define el perfeccionismo como “una tendencia a mejorar indefinidamente un trabajo sin decidirse a considerarlo acabado”.


La persona perfeccionista tiene un alto nivel de autoexigencia y este patrón de exigencia lo acaban proyectando también sobre la gente con la que se relacionan provocando tensión en los demás. Tener el listón tan alto les impide muchas veces seguir adelante con sus metas, a menudo abandonan sus planes porque nunca encuentran la oportunidad ideal para realizarlos. Su mirada está entrenada para detectar fallos en todo y también excusas para no ponerse manos a la obra.

El perfeccionista se niega a tomar una decisión si no resuelve antes todas las dudas por miedo a equivocarse y no tomar la decisión perfecta. Son muy propensos a obsesionarse en cómo deberían ser las cosas y les cuesta ver cómo son en la realidad. No suelen encajar bien las críticas y nunca están satisfechos con sus logros porque nunca nada es suficiente y esto les genera frustración y una ansiedad constante por ser perfecto en todos los aspectos de su vida.

Si reconoces algunas de estas conductas en ti o en alguien cercano te recomiendo que trates de aplicar las siguientes seis tácticas para dar la espalda al perfeccionismo:

  1. Pon a prueba el miedo a equivocarte: muchas veces no somos capaces de emprender nuevos proyectos por miedo a fracasar o por no tener la aprobación de los demás. Pero párate a pensar un poco, la única forma de aprender es probando y fallando, así que toca plantarle cara al miedo si lo que quieres es avanzar en tu vida.
  2. “Si dudas, hazlo, inténtalo”: es un principio psicológico que nos viene a decir que la gran parte de los desastres que imaginamos que sucederán si fallamos son exageraciones que nunca ocurren. Saldrás ganando si te acostumbras a decir sí cuando la duda se apodere de ti.
  3. Autodisciplínate: cuando te hayas planteado llevar cabo algo importante para superar un miedo y lo incumplas, castígate con algo que aborrezcas o en el caso contrario, prémiate haciendo algo que adores. 
  4. “Sigue el camino medio y serás feliz”-es una frase del escritor y filósofo estadounidense Lou Marinoff- para ello es necesario huir de los extremos, por ejemplo un pensamiento extremista es pensar que si no eres el mejor en algo eres un fracasado. También, para ello hay que focalizarse en los puntos intermedios, es decir, encontrar un equilibrio en todos los aspectos de tu vida
  5. Renunciar a la seguridad basada en circunstancias externas para trabajar tu fortaleza mental interior, por ejemplo rompiendo moldes. Piensa que tu valía personal no tiene nada que ver con tus logros, tú vales por la persona que eres no por lo que haces
  6. Bajar el nivel de autoexigencia y aceptarse a uno mismo y a los demás con sus virtudes y defectos, asumiendo que los errores  son necesarios para aprender y evolucionar. 

Como verás ser perfeccionista puede tener un precio demasiado alto: vivir en tensión,  con miedo a equivocarte y con angustia por querer hacerlo todo perfecto. Consúltalo con tu almohada, yo ya lo tengo bien claro: ¡Le doy la espalda y me voy por el camino medio!


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